Las redes sociales se volvieron a incendiar, ¡Ni Periscope, ni hostias! se hizo viral en apenas unos minutos.
Una madre muy mosqueada irrumpe en directo en la habitación de su hija por el uso que las menores están haciendo de una popular aplicación de transmisión de vídeo en directo: Periscope.
Seguramente ya lo has visto, pero si perteneces a ese 0,0001% de la población que todavía no lo ha hecho, ahora es un buen momento:
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=QUi3LPC0zpY]
Y es que esta nueva red social se ha metido de lleno en el mundo adolescente. Su planteamiento es muy sencillo: permite retransmitir en streaming desde cualquier lugar del mundo mientras los “espectadores” comentan lo que ven. Pasadas 24 horas, el vídeo se borra si el usuario lo desea, ya que también lo puede mantener online.
En el vídeo (y lo dejamos ya) aparece una frase muy esclarecedora, “No puedo más con la mierda de los móviles”. Un claro síntoma de la brecha generacional. Padres que no conciben que sus hijos no se despeguen del móvil y que tampoco entienden qué hacen conectados todo el día en las redes.
Esa brecha entre padres e hijos también es extrapolable a las marcas. Hace algunos años, ningún director de marketing se tomaba en serio a Youtube, mientras que hoy en día es impensable elaborar una estrategia sin contar con la página web más visitada de internet. Si queremos que nuestro producto llegue a los adolescentes, no podemos dejar de lado las aplicaciones que utilizan en su día a día.
La parte positiva de todo esto está muy clara, y es que todas estas nuevas aplicaciones llevan relativamente poco tiempo en la cresta de la ola, por lo que son un terreno casi virgen para las marcas. Los primeros que sepan aprovechar sus posibilidades conectarán mucho mejor con su target. Telepizza, El Corte Inglés o Atresmedia ya lo han hecho. ¿Y tú?
Periscope, ¿ha venido para quedarse o se trata de una moda pasajera?
