Euphoria, la nueva tendencia juvenil
La ficción adolescente ya no está perdida. La representación de modelos reales que se ajustan fielmente a cómo es la vida de los más jóvenes ha encontrado su punto perfecto en las series de esta temporada. Con Euphoria, la producción de Drake que se puede ver en HBO, encontramos una nueva tendencia juvenil que trata sus principales problemáticas con una diversidad flagrante.
El tratamiento de temáticas que les afectan, sin estigmas, estereotipos ni prejuicios, es por desgracia una novedad. Acostumbrados a los dramas adolescentes que blanqueaban las situaciones más desagradables del día a día, que utilizaban a actores adultos con los que el espectador no empatizaba y que mostraban una sociedad completamente homogénea, la oleada de esta temporada nos ha pillado por sorpresa.
Retratar a chicos y chicas de 17 años significa esbozar una realidad que puede no agradar a los padres. La simplicidad y dureza con que se muestran los problemas adolescentes en la pantalla hace que se acerque mucho a la serie Skins (2007). Euphoria se ha convertido en un fenómeno adolescente y no nos extraña. El nivel de conexión que el público adolescente ha sentido con la serie es sorprendente.
Gracias al tratamiento explícito de aspectos como las adicciones, las violencias, las familias desestructuradas,… los jóvenes se han sentido protagonistas: los capítulos les interpelan directamente. Asimismo, la diversidad LGTBIQ+ es el pilar principal sobre el que se asientan las relaciones entre protagonistas, con una naturalidad hasta ahora inusual. Jules, uno de los personajes con más presencia, es interpretado por la actriz Hunter Schafer, modelo y activista trans por derechos LGTBI en Estados Unidos.
Presencia de las redes sociales
El mundo digital juega un papel muy importante en la serie. Los protagonistas viven conectados, entre aplicaciones de mensajería y de ligar: se relacionan totalmente a través de las redes sociales. Apps como Tindr o Grindr se presentan como parte fundamental de la socialización de los más jóvenes, así como los riesgos que estas conllevan. Y no solo eso. Toda la serie tiene lo que podríamos llamar un «tono Instagram»: los juegos de luces, la fotografía, los difuminados y la importancia del maquillaje, que está creando tendencia.
Los medios digitales han dado un giro hacia la representación real de modos de vida, identidades, cuerpos y relatos de los adolescentes. La tendencia a la diversidad se empieza a ver en las nuevas series, el transmedia se ha colado en estas producciones y la narrativa juvenil es cada vez más explícita.