El sistema educativo español y las oportunidades de futuro para las marcas

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El sector educativo ha sido uno de los que más duramente han sufrido las consecuencias del coronavirus, comenzando por lo que supuso llevar a cabo una transición, en cuestión de días, de una educación presencial a una digital y a distancia. Tras este punto de inflexión, ha tenido que seguir trabajando para localizar posibles áreas de mejora y oportunidades de innovación.  

Sin duda, la situación ha puesto a prueba el nivel de adaptación con respecto al uso de las nuevas tecnologías, así como la capacidad de respuesta ante situaciones extremas y extraordinarias que suponen un cambio de paradigma.

Es lógico pensar que se hace necesario desarrollar un nuevo modelo de enseñanza más adaptativo, más digital, más líquido; y quizá sea momento de abrir una puerta a nuevas posibilidades de colaboración. Identificar aquellos aspectos en los que pueden colaborar las empresas e instituciones con el sector educativo puede ser clave para desarrollar recursos y proyectos con visión de futuro.

En eso, la Responsabilidad Social Corporativa puede suponer una oportunidad para las marcas de trabajar con las escuelas, con programas educativos que ayuden al desarrollo de las capacidades del alumnado en temas tan trascendentes socialmente como la inclusión, la acción por el clima, el desarrollo sostenible, o la solidaridad; o en habilidades específicas tan importantes para el futuro como la educación financiera o la emocional.

La Responsabilidad Social Post-Coronavirus 

Así pues, las empresas tienen la oportunidad de poner en marcha acciones específicas para mejorar las condiciones económicas y sociales de las comunidades en las que operan. 

Dentro del sector educativo, el informe El sistema educativo español y las oportunidades de futuro para las marcas, realizado por The Modern Kids & Family con la colaboración de la comunidad educativa, desvela que el 97% de los docentes opina que las empresas juegan un papel crucial, socialmente hablando. 

Sin embargo, un 49% de los profesores/as consideran que las marcas podrían hacer más y que aún deben mejorar su nivel de trascendencia en la sociedad; y hasta un 40% considera positivo que éstas destinen sus beneficios y recursos a mejorar el entorno, especialmente en materias medioambientales, de inclusión o educación emocional. 

Como apuntábamos, el punto de inflexión que ha supuesto la crisis del Coronavirus genera una oportunidad de colaboración entre marcas y sector educativo. 

Las marcas realmente conectadas con el entorno, las marcas conscientes, capaces de desarrollar iniciativas trascendentes, pueden cooperar de manera activa con el sector de la educación caminando juntos hacia el futuro con una nueva visión de la responsabilidad social

The Modern Kids & Family, como especialista en el target familiar y en el desarrollo de proyectos educativos, propone una disruptiva metodología de trabajo colaborativo entre las marcas y el sector de la enseñanza: una nueva visión de la RSC que trabaja marcas con propósitos de manera innovadora y en línea con los ODS y la Agenda 2030. Algunos ejemplos de programas que se están llevando a cabo en esta línea son Hazlo Verde, el programa de acción educativa medioambiental de Leroy Merlin; Zinkers, un programa educativo de la Fundación Repsol que busca concienciar a los estudiantes en temas de energía y cambio climático; o Segura-Mente, el programa de educación financiera de Afundación Obra Social ABANCA.

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