Adolescentes, motor del cambio social Comunicación Adolescente
Adolescentes como ejemplo de comunicación social.
Ni vagos, ni sin intereses, ni aprovechados… los adolescentes tienen mucho que ofrecer e infravalorarles desde la comunicación adolescente es lo peor que se puede hacer. Y para muestra, el caso del movimiento #NeverAgain en Estados Unidos, nacido a raíz del tiroteo de Parkland en febrero.
Desde ese mismo día, los supervivientes del tiroteo y compañeros de las víctimas dijeron “basta”. En sólo un mes, se han erigido como figuras inspiracionales, ejemplares y como motor del cambio social en Estados Unidos. De manera natural, esos chicos y esas chicas han capitaneado todas las protestas, dado discursos que han calado en la gente, organizado manifestaciones, realizado notas de prensa oficiales (gracias a lo aprendido en las clases de producción de TV que daban en el instituto) y dado entrevistas a los medios más importantes del país. No han dejado que sean otros los que alcen la voz en su lugar. Nadie mejor que ellos saben las consecuencias de la ley sobre la posesión de armas de Estados Unidos y en ningún momento han sentido que eran demasiado jóvenes para luchar por lo que creen.
Cada vez vemos más signos de cambio en las generaciones jóvenes: pasó también el día de la Mujer, en el que miles de chicas adolescentes salieron a defender sus derechos.
Este cambio también se ve reflejado a la hora de comunicar. Es muy ilustrativo el caso de la revista Teen Vogue, que en los últimos años se ha transformado de un medio de comunicación de moda y tendencia para adolescentes en una revista/web centrada en comunicar movimientos sociales o políticos a este target.
Subestimar a los adolescentes es un gran error.
«Seis minutos y 20 segundos y mi amiga Carmen no volverá a quejarse de sus clases de Piano». Emma González, superviviente de la matanza en Parkland, guarda 6 minutos de silencio, los mismos que duró el tiroteo en su instituto de Florida #MarchForOurLiveshttps://t.co/uQIltAtQ1wpic.twitter.com/rcYUAWMAWk
— EL PAÍS (@el_pais) 24 de marzo de 2018
El mejor ejemplo que podemos sacar de la #MarchForOurLives es Emma González, superviviente del tiroteo y la cara más visible de este movimiento. Su discurso el pasado 24 de marzo fue realmente inspirador y supo comunicar de una manera increíble. Fue un discurso claro, conciso, con un objetivo definido y un rival a vencer con nombre y apellido pidiéndole al presidente que cambie la ley que autoriza desde los 18 años a comprar armas de fuego. Puede incluso que Emma se expresase más con los silencios que con las palabras. Fue un discurso tremendamente político, pero no fue dicho por un político, sino por una adolescente de 18 años con las ideas muy claras.
Estamos viviendo un cambio generacional en el que los adolescentes tienen mucho que decir. Otro ejemplo de ello fue el discurso que dio la nieta de Martin Luther King, de tan sólo nueve años, en el que decía que, al igual que su abuelo, ella también formaba parte de una lucha que espera que no tengan que sufrir los que vengan detrás.
A birds eye view of the #MarchForOurLives before 11am (EST) 500,000 people are expected to rally.https://t.co/a7xbpEfSuR pic.twitter.com/8GNe1KdXVh
— Shomari Stone (@shomaristone) 24 de marzo de 2018
La otra gran baza que tienen los adolescentes hoy en día son las redes sociales. Emma González no tenía twitter antes del tiroteo, y al poco de abrirse una cuenta ya sumaba más seguidores que la NRA (Asociación Nacional del Rifle). Los jóvenes no necesitan acudir a la tele o a la prensa para ver qué han dicho sus coetáneos, basta con mantenerse actualizados en twitter o instagram, plataformas que llevan directamente en el bolsillo.
Ir al programa de Ellen DeGeneres, ser portada de TIME o salir en los informativos hace llegar el mensaje a los adultos, pero para comunicarse de tú a tú no necesitan más intermediarios que un Smartphone. Han demostrado que incluso sin tener edad para votar, los adolescentes pueden cambiar las cosas.
En The Modern Kids and Family, la primera agencia de marketing y comunicación especializada en el público infantil, juvenil y familiar, creemos en el poder de los adolescentes como agentes de cambio, como principal fuerza a la hora de comunicar algo a sus iguales y como motor del cambio social.